Había una vez tres chanchitos muy juguetones que vivían en un bosque con su mamá. Un día, decidieron irse a vivir por su cuenta y construyeron tres pequeñas casas de paja, madera y ladrillo.
Pero había un lobo astuto que vivía cerca y quería comérselos. Así que se disfrazó de vendedor y trató de engañarlos para que abrieran la puerta de sus casas. Primero fue a la casa de paja y les dijo: "¡Abran la puerta! ¡Tengo un regalo para ustedes!". Pero los chanchitos eran muy inteligentes y no se dejaron engañar.
Luego fue a la casa de madera y les dijo lo mismo. Pero los chanchitos habían aprendido de su error y no abrieron la puerta. Por último, fue a la casa de ladrillo y volvió a intentarlo. Pero esta vez, los chanchitos estaban preparados y no abrieron la puerta.
El lobo, muy enojado, decidió destruir las tres casas con su fuerza. Primero derribó la casa de paja con un soplo y los chanchitos escaparon corriendo. Luego intentó derribar la casa de madera, pero se dio cuenta de que era más fuerte de lo que pensaba y no pudo destruirla.
Finalmente, llegó a la casa de ladrillo y comenzó a aullar y a golpearla con todas sus fuerzas. Pero la casa era tan fuerte y resistente que no se rompió ni un ladrillo. Entonces, el lobo se dio cuenta de que no podría comerse a los chanchitos y se fue muy triste.
Los chanchitos, muy felices de haber sobrevivido al lobo astuto, decidieron vivir juntos en la casa de ladrillo donde estarían a salvo para siempre. Y así vivieron felices por siempre, agradecidos por tener un hogar tan seguro. ¡FIN!
Ilustración digital e historia adaptada por Guillermo Carbajal
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