La Caperucita Roja
Había una vez una niña llamada Caperucita Roja que vivía en un pequeño pueblo en el campo. Un día, Caperucita decidió ir a visitar a su abuelita que vivía en una casa en el campo.
Antes de partir, su mamá le dijo: "Caperucita, no te vayas por el bosque. Hay un lobo feroz que podría atacarte". Pero Caperucita no le hizo caso y se fue por el bosque de todos modos.
Mientras caminaba por el bosque, el lobo se le acercó y le dijo: "Hola, Caperucita. ¿Adónde vas?". Caperucita le dijo: "Voy a visitar a mi abuelita". El lobo le preguntó: "¿Y por qué no tomas este atajo por el bosque? Así llegarás más rápido". Caperucita, que no sabía que el lobo tenía mala intención, le hizo caso y tomó el atajo.
Mientras tanto, el lobo corrió hacia la casa de la abuelita y se hizo pasar por Caperucita. Cuando la abuelita abrió la puerta, el lobo le dijo: "Hola, abuelita. Soy Caperucita".
La abuelita, que no podía ver bien, no se dio cuenta de que no era Caperucita, sino el lobo disfrazado. El lobo le dijo: "Ven, abuelita. Voy a hacerte una sopa caliente". La abuelita se sentó junto al lobo y empezó a comer la sopa.
Mientras tanto, Caperucita llegó a la casa de la abuelita y llamó a la puerta. Pero cuando la abuelita abrió la puerta, no era Caperucita quien estaba allí, sino el lobo. La abuelita se asustó mucho y le dijo: "¡Lobo! ¡Qué susto me has dado!". El lobo le dijo: "No tengas miedo, abuelita. Soy Caperucita".
Caperucita, que había llegado a la casa justo a tiempo, se dio cuenta de lo que estaba pasando y le gritó al lobo: "¡No eres Caperucita! ¡Eres el lobo feroz!". El lobo, asustado, salió corriendo dela casa de la abuelita y desapareció en el bosque.
Caperucita y su abuelita se abrazaron y se pusieron muy contentas. La abuelita le dijo: "Caperucita, gracias por salvarme del lobo feroz". Caperucita le dijo: "No hay de qué, abuelita. Siempre te protegeré".
Y así, Caperucita y su abuelita pasaron una navidad muy feliz juntas, rodeadas de amor y de paz.
Final alternativo:
Pero el lobo, aunque al principio era malvado, se dio cuenta de que lo importante era estar con la familia y hacer el bien. Así que el lobo se volvió bueno y empezó a ayudar a los demás.
Un día, el lobo se encontró con Caperucita y su abuelita en el bosque y les dijo: "Lo siento mucho por lo que hice. Ahora sé que lo más importante es estar con la familia y hacer el bien". Caperucita y su abuelita se quedaron sorprendidas, pero luego le sonrieron al lobo y le dijeron: "Todos podemos cambiar y hacer cosas buenas. Bienvenido al grupo".
Y así, el lobo se convirtió en el amigo más leal de Caperucita y de su abuelita. Juntos, recorrieron el bosque y se divertían mucho. Y cada navidad, celebraban con una gran fiesta en la casa de la abuelita, rodeados de amor y de alegría.
Antes de partir, su mamá le dijo: "Caperucita, no te vayas por el bosque. Hay un lobo feroz que podría atacarte". Pero Caperucita no le hizo caso y se fue por el bosque de todos modos.
Mientras caminaba por el bosque, el lobo se le acercó y le dijo: "Hola, Caperucita. ¿Adónde vas?". Caperucita le dijo: "Voy a visitar a mi abuelita". El lobo le preguntó: "¿Y por qué no tomas este atajo por el bosque? Así llegarás más rápido". Caperucita, que no sabía que el lobo tenía mala intención, le hizo caso y tomó el atajo.
Mientras tanto, el lobo corrió hacia la casa de la abuelita y se hizo pasar por Caperucita. Cuando la abuelita abrió la puerta, el lobo le dijo: "Hola, abuelita. Soy Caperucita".
La abuelita, que no podía ver bien, no se dio cuenta de que no era Caperucita, sino el lobo disfrazado. El lobo le dijo: "Ven, abuelita. Voy a hacerte una sopa caliente". La abuelita se sentó junto al lobo y empezó a comer la sopa.
Mientras tanto, Caperucita llegó a la casa de la abuelita y llamó a la puerta. Pero cuando la abuelita abrió la puerta, no era Caperucita quien estaba allí, sino el lobo. La abuelita se asustó mucho y le dijo: "¡Lobo! ¡Qué susto me has dado!". El lobo le dijo: "No tengas miedo, abuelita. Soy Caperucita".
Caperucita, que había llegado a la casa justo a tiempo, se dio cuenta de lo que estaba pasando y le gritó al lobo: "¡No eres Caperucita! ¡Eres el lobo feroz!". El lobo, asustado, salió corriendo dela casa de la abuelita y desapareció en el bosque.
Caperucita y su abuelita se abrazaron y se pusieron muy contentas. La abuelita le dijo: "Caperucita, gracias por salvarme del lobo feroz". Caperucita le dijo: "No hay de qué, abuelita. Siempre te protegeré".
Y así, Caperucita y su abuelita pasaron una navidad muy feliz juntas, rodeadas de amor y de paz.
Final alternativo:
Pero el lobo, aunque al principio era malvado, se dio cuenta de que lo importante era estar con la familia y hacer el bien. Así que el lobo se volvió bueno y empezó a ayudar a los demás.
Un día, el lobo se encontró con Caperucita y su abuelita en el bosque y les dijo: "Lo siento mucho por lo que hice. Ahora sé que lo más importante es estar con la familia y hacer el bien". Caperucita y su abuelita se quedaron sorprendidas, pero luego le sonrieron al lobo y le dijeron: "Todos podemos cambiar y hacer cosas buenas. Bienvenido al grupo".
Y así, el lobo se convirtió en el amigo más leal de Caperucita y de su abuelita. Juntos, recorrieron el bosque y se divertían mucho. Y cada navidad, celebraban con una gran fiesta en la casa de la abuelita, rodeados de amor y de alegría.
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